En Texas, una restricción geográfica puede imponerse en un divorcio o en una demanda que afecte la relación entre padres e hijos. Esto se hace para garantizar que no haya una carga indebida en el acceso al menor y para proteger su mejor interés. Se puede presentar una solicitud adecuada ante el tribunal para restringir la residencia del menor a un distrito escolar, ciudad, condado, estado o área geográfica específica. Sin embargo, en algunos casos, un padre puede tener una razón de peso para mudarse, especialmente si es una necesidad económica y favorece el bienestar del menor.
El tribunal puede considerar persuasiva la solicitud de mudanza cuando el otro progenitor no está cumpliendo con sus obligaciones de apoyo ni ejerciendo sus derechos y deberes relacionados con el menor. A veces, es necesario que un juez o un jurado escuche pruebas para decidir si se impone o se levanta una restricción geográfica. El tribunal analizará la evidencia presentada y tomará una decisión basada en el mejor interés del menor.
Puede darse el caso de que una restricción geográfica haya sido impuesta sobre la residencia del menor, pero el padre con custodia y el niño se hayan mudado fuera de la zona establecida. Si el otro progenitor impugna esta mudanza y busca su prohibición, el tribunal puede considerar relevante la distancia a la que reside dicho progenitor en relación con la restricción. Si una persona viola una orden judicial que impone una restricción geográfica, la parte afectada puede solicitar la aplicación de la orden y la modificación de la custodia. Este tipo de estrategia depende de los hechos y requiere pruebas sólidas para respaldar el caso.
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